sábado, 10 de diciembre de 2016

Llega diciembre con sus alegrías!

¡Pero qué puto frío el que hace!

Se me congelan los dedos, pero bueno, con tal que funcionen...
anyways....

De nuevo acá escribiendo, aunque no será por mucho tiempo parece. resulta que el número 108 es por tradición el tope de posts para mís blogs. Ya sé, es una tradición muy reciente, llevo apenas un blog completado de esta forma. Y en este blog, este sería mi nonagésimo noveno post (veerga, tuve que buscar eso en wikipedia).



Por lo tanto, no creo que dure mucho, aunque todo es relativo, y así como he escrito "seguido" últimamente, puede que no haga sino un post por año. Me conozco. ¿Ustedes me conocen?

Es una pregunta seria.

Aunque está precedida por una mentira muy grande, yo no me conozco. Creo que lo hago, pero no estoy 100% seguro.

Sea como sea, mucho gusto, mi nombre es Andrés. y este año ha sido uno de los más peculiares de mi vida. he cambiado tanto este año, he aprendido tanto, que ya no me reconozco como esa persona que era hace un año. Como siempre, la esencia sigue allí, pero todo ha evolucionado.

Tal vez he dado pasos al costado en ciertas cosas, es cierto. Pero he dado pasos gigantezcos en la dirección que, al menos por ahora, creo que es la adecuada. Pues una de las cosas que aprendí es que, según el momento, puedo pensar que estoy yendo por el camino adecuado y cuando me detengo e intento mirar las cosas desde fuera, me doy cuenta que este no es el camino y que me he perdido, me he dejado llevar por vistosas quimeras, que me han llevado a oasis inexistentes; la ilusión se rompe al meterme la manotada de arena en la boca, creyendo que esta saciaría mi sed.



En otras palabras, todos tenemos nuestros sueños, nuestras misiones personales, nuestros deseos íntimos y otros más públicos. Este año me di cuenta que al menos un 70% de las cosas que había estado construyendo a lo largo de los últimos 5 años, me llevaron hasta callejones sin salida, o a loops de los cuales parecía ser prisionero, cuando lo único que debía hacer era ponerme los pantalones y tomar decisiones. Decisiones que permití por demasiado tiempo que otros tomaran por mí.

Uno termina, después de un tiempo, llegando a una encrucijada, en la cual, dependiendo de las acciones consecuentes, uno puede convertirse en aquello que detesta o teme; es decir, ceder ante la presión. O resistir, tener paciencia y emerger como un ser, un poco mejor. Al menos con un poco más de experiencia. Lleno de cicatrices en gran parte. Algo así como Deadpool.





Después de perder a quien llegué a pensar que era el amor de mi vida, después de perder mi hogar, después de perder a mi mamá, a mi hermana (bueno lo admito, era más importante de lo que pensaba inicialmente), luego de perder toda estabilidad emocional, todo ánimo de vivir, después de perder amigos cercanos, después de haberme dado cuenta que había perdido tiempo y dinero invertidos en ídolos. Me encontré, de nuevo, que la felicidad de la vida está en las pequeñas cosas.

- ¡Apague y vamonos! ¡Qué cosa tan cliché! 
- ¡No! espere un momento que esto se compone. 

Yo sé, sé lo trillado que suena esa frase, pero realmente cuando uno pierde tantas cosas, se da cuenta que desde un comienzo, en gran medida, uno mismo se encargó de ponerse los problemas encima. Y perdió de vista ese horizonte idealista que tenía al comienzo, porque todos lo tenemos. Pero ese horizonte sigue allí, detrás de toda esa basura que se ha acumulado con los años.



Imágen tomada de Dodesukaden, de Kurosawa. 


En Dodesukaden, el tipo del tren es un excelente ejemplo de esto, es un loquito. No se sabe de donde viene su mal, aunque posiblemente sea de nacimiento. Pero representa esa vida llevada en ilusiones, no sólo se cree él mismo el tren, sino que además, él lo maneja. Se maneja.... se dirige. es decir: escoge esa realidad, no hay de otra. Ahora imaginemos por un segundo que un día abriera los ojos a la lucidez. ¿Imaginan lo difícil que sería destruir todo esa ilusión? ¿De alguna manera no sería mejor quedarse en ella? es que es un asunto claramente platónico. La alegoría de la caverna, es un símbolo de las incontables veces en las que nos encontramos en este tipo de situaciones que nos alejan o acercan a la realidad. Y finalmente cada uno ve lo que desea ver: yo deseo ver la verdad, por más cruda que sea.

Promethea, un tesoro invaluable.


Y es que gran parte de la trascendencia está en eso, derrumbar esos muros que nos atan a los cánones, a los arquetipos que nos construyen, y que a la vez nos construimos nosotros mismos. La verdad está ahí al frente de nosotros, abrazarla es difícil, y el cuerpo/mente, tiene como mecanismo de defensa crear mentiritas que soporten ese sistema tan falaz. Entonces comenzamos a acomodar cada vez más muletas que soporten esa realidad que se escurre entre nuestros dedos, con el fin de tener algo en qué creer, algo por lo qué vivir.


El sueño, de Dalí.

Pero no hay muletas suficientes que soporten tal realidad, mucho menos cuando esa misma realidad lucha por liberarse de esas mentiras, es decir, no soporta incluso sus propias mentiras, cae por su propio peso como dicen. Seguir intentando mantenerlas en pie no sólo es un gasto de energía innecesario, sino un consumo irreversible de tiempo, de vida, de todo. 



Los cambios

No he podido definir si los cambios suceden de la superficie hacia adentro, o son todo aquello que está guardado, floreciendo de alguna forma hacia el exterior.
He decidido que como todo, es una especie de cíclo.


Comencé a cambiar mi apariencia, porque hace rato deseaba tener algo diferente, entonces dejé que mi barba creciera. Y me gusta, me siento bien con ella, además tiene funciones sociales interesantes: parezco mayor, me da cierto aire hipster y siento que de cierta manera estoy yendo contracorriente. No porque vaya en contra de la creciente popularidad de el vello facial decorativo, sino porque siento que voy en contra del yo que detestaba el vello facial, además voy en contra de mi pasado, y esa es razón suficiente para hacer el cambio un hecho: Ahora tengo Barba, y no me siento yo sin ella. 

Puede no ser la barba más poblada ni linda del mundo, pero me he ganado mis seguidoras por ella. ¡Que eso sirva como refuerzo positivo en esta vanidad tan condicionante en la que me encuentro!

Así que ahora Soy, con ella. 



Otro cambio fue el cambio de pareja sentimental. Pilar fue la persona más importante de mi vida por cerca de 5 años, y en muchas ocasiones se convirtió en algo más importante que mi propio bienestar, y yo sentía que eso valía la pena. Hasta que no lo sentí más. Hoy, casi un año después de todo lo que sucedio, no puedo decir que ya todo esté superado y que todo esté bien, porque no es así, pero he tenido la oportunidad de estar con otras mujeres maravillosas que me han enseñado, a las buenas y a las malas, que hay mejores cosas allá afuera. Y que para Pilar, de alguna u otra forma, haberme dejado ha sido uno de los errores más grandes que ha cometido, además, porque se convirtió en eso que ella tanto odiaba, esas "perras, guarichas". Yo ya me quité la venda, ¿Ya se la habrá quitado ella?
En todo caso, fue un gran aprendizaje, uno invaluable y por eso le agradezco, me arrepiento de poco, y realmente de ese poco que me arrepiento, me arrepiento no haber sido un poco más hijueputica. pero qué se le hace, la amaba demasiado. 

Ahora es triste pensar que la única razón por la que la querría de nuevo a mi lado sería para la egoistísima satisfacción fisiológica. Ojalá pudiera sentir algo más... ojalá hubiera podido llegar a sentir algo más por Erika, y ojalá hubiera podido sentir un poco menos por Luna, pero así son las cosas. (De ellas hablaré luego, merecen más que una simple mención.)

Otro cambio fue mi hogar. De él sí no quedó nada, absolutamente nada ¡Es como si una catastrofe natural hubiera llevado ese octavo piso en la calle 49 con caracas a uno de los más profundos niveles del olvido! Todas las experiencias que viví en ese lugar, todas fueron valiosisimas, pero todas se fueron a la nada de un momento a otro. Y me lo advirtieron, me lo advirtió mi hermana. hace unos días soñé con ella, y me di cuenta de que la extraño. Pero no sé exactamente cómo. Tal vez al igual que con Pilar, extraño la imagen de lo que alguna vez fueron los mejores momentos que pasé con ella. 

Y mi mamá, bueno, mi mamá no ha dejado de insistir desde que sucedió todo. Pero esa insistencia es vacía, siento que es como la lluvia golpeando mi ventana, sacandome de un sueño profundo para sólo llevarme a otro aún más profundo, ¿Cuál es el fin de abrir la ventana y dejar entrar el agua? realmente no quiero ningún contacto con ella, y aunque ya la perdoné, hace tiempo la perdoné; creo que es lo mejor, no conozco una persona que me desestabilice más y con tal facilidad, que mi mamá. Lo siento. Así es, y lo intenté, le di mil oportunidades, y otra más para confirmar que no estaba siendo demasiado radical como suelo serlo, pero nada. Simplemente tenía que ponerme yo el paracaídas y dejar que el avión se cayera con ella. No había más opciones. 

La academia, dios... es que por dónde comenzar... quisiera decir tantas cosas con respecto a esto, y sin embargo, aún no sé cómo es posible que sucedan tantas cosas malas en un lugar que se ve tan bueno. En un lugar que se supone debería ser una especie de 'Sanctuary', de refugio, pero la mejor comparación que puedo hacer es la de una iglesia cristiana llena de fanáticos. Ustedes mismos harán las comparaciones pertinentes. Agradezco haber aprendido algunas cosas allá, no lo niego, y guardo todo el respeto que me es permitido guardarle a aquella institución. ¡Pero es que me jodió la vida en tantos sentidos! Lo peor es que yo permití que tantas cosas ocurrieran, siempre di nuevas oportunidades, siempre estuve presto a hacer de ese lugar un mejor lugar, de las personas de allá mejores personas. No me daba cuenta que en ese esfuerzo vano, estaba gastando todo mi ser. Yo no estaba ganando nada, entre más me esforzaba por agarrar algo, más se alejaba. Era un castigo tantálico. La diferencia era que mi único pecado había sido ponerme yo mismo la venda sobre los ojos. 



Apenas la fruta estaba a su alcance,
Tantalo estiraba la mano y la rama se alejaba.


Entre otros cambios están la universidad y el trabajo. realmente eran ambos cambios necesarios. Estoy muy contento en mi nuevo trabajo, y estoy mucho más contento por no haber tenido que estudiar este segundo semestre. realmente me siento enfermo al entrar a la universidad, se convirtió en un foco negativísimo, y necesito de alguna manera limpiarlo, o limpiarme... llegar con una nueva mentalidad, y para eso, necesito trabajar en otras cosas. Buscar independencia. 



La EIA me ha enseñado muchas cosas que nunca pensé posibles, he aprendido a acercarme más a las personas, desde un punto diferente, desde un rol más humilde, pero a la vez más influyente. Además ha sido un campo de experimentación valiosísimo, para desarrollar competencias interpersonales, para poner en práctica tantas teorías, tanto conocimiento adquirido en la Universidad, tanto ha servido para tan poco, que en ocasiones me encuentro confiando más en mi instinto. de nuevo ¿En qué más se puede realmente confiar acaso? 



El último cambio ha sido el interno, el que no se ve, a veces hasta yo mismo lo pierdo de vista. porque es el más complejo. Es natural querer cambiar el mundo que lo rodea a uno, pero es antinatural cambiarlo si la misma persona no hace un cambio, un sacrificio propio primero. es decir, si no hay un cambio de paradigma que deje a esa perosna que era antes bien lejos, y de paso a una nueva persona. a una nueva forma de ser en su sentido más literal: 
Ya combatí, varias veces este año. He hecho más sparring del que jamás había hecho, y tengo ya tres peleas encima, es un poquito de experiencia, realmente sé que es muy poco ¡Pero he aprendido tanto! 
Aunque tal vez lo que más he aprendido es a equivocarme, a perder, porque de esas tres peleas sólo he ganado una, y de los sparrings me he ganado una naríz rota y varias lesiones. Pero he aprendido tanto, jajaja. He aprendido que aún, en ocasiones, tengo miedo, más en sparring que en peleas, al pelear soy demasiado confiado, pierdo el enfoque, y pierdo de alguna forma lo que sé. No se expresa. Pero ya llegaré ahí, es un camino más. Pero sé de lo que soy capaz, y sé lo que me hace falta ¿Y no es eso el más valioso aprendizaje que uno puede adquirir?

 sigo sin saber por qué me da más miedo esto...

...que esto!


Seguiré con las botas puestas. seguiré caminando y tropezando, seguiré sin parar. Seguiré divirtiendome con lo que hago, seguiré abrazando los cambios, al comienzo con asco, luego con cariño, seguiré siendo quien soy aunque en una mejor versión. seré una actualización constante del iOS. seré quien deseo ser, y seré la pestaña en el ojo de algunos en algun momento. Seguiré haciendo lo que me gusta y gane o pierda, siempre siempre seguiré luchando por mí. 

Tengo tantas cosas por las cuales estar contento y agradecido con tantas personas Mis estudiantes, Mi maestro, Sifu Alex, mis amigos, ¡Mi hermano! ¡Mi papá! ¡Tantos más! 


Pero las palabras son tan débiles para expresar agradecimiento... sólo quiero que sigan conmigo, gracias por acompañarme hasta ahora y me encantaría seguir recorriendo caminos de su mano. 



Au revoir!