lunes, 26 de noviembre de 2012

Ensayo sobre la Inconsistencia

Post Emo de domingo en la noche:



Que fácil es terminar algo prematuramente, indudablemente es un acto de cobardía, lo cuál se puede ver claramente reflejado en la falta de rumbo que ha cobrado vida, en la vida misma. La falta de determinación es un aspecto negativo que ha estado siempre en mi vida, junto al egoísmo, el odio y la timidez. Todas se interconectan de formas que no he llegado a analizar nunca, hasta ahora.

Éste será un ensayo sobre mis propias experiencias con respecto a la inconstancia, miraré todo lo que he dejado de lado de una forma u otra, de lo que me he cansado, lo que me he aburrido, lo que he dejado de amar y de lo que he dejado por amor.

La excusa

La excusa que siempre doy con respecto a el porqué dejo las cosas inconclusas en varios aspectos de mi vida, como lo son el estudio, las relaciones personales, las relaciones amorosas, mis hobbies, mis gustos musicales, etc. es que me dejaron de gustar, es que me dejaron de agradar, de divertir, de apasionar. Tal vez eso aplique para algunas, pero no para todas, mi inconstancia se debe a una falta de valor al enfrentar adversidades que siempre me ha caracterizado, consecuentemente apareciendo en forma de inconsistencia. Odio sin embargo ser inconsistente ya que profeso constantemente que uno no debe ser así, que hay que terminar lo que se comienza, terminarlo bien, y lo que no se gusta, se debe concluir lo más rápido posible para evitar molestias tanto propias como ajenas.

¿Por qué entonces la falta de determinación? pues por miedo, miedo al cambio, miedo a esforzarme, es una pereza crónica con respecto a los problemas que me hace no querer tener ninguno, pero por el simple hecho de evitar sentirme en problemas que tengo la obligación de resolver para estar tranquilo, sin embargo, tengo que ser consecuente al señalar que los problemas, a pesar que son necesarios para vivir, también son innecesarios al momento de buscar tranquilidad. La clara dicotomía que aparece al analizar ambas es, ¿Cuál es más necesaria para mi vida?

El orden cronológico de los abandonos

Desde el colegio siempre tuve cierta predilección a abandonar las cosas que me gustaban, desde el dibujo en un comienzo, hasta abandonar personas con las que compartía momentos, mis mejores amigos de noveno  desaparecieron en décimo, las niñas que me gustaban cambiaban cada año porque no podía sino llegar a ser amigo de ellas; claro está, se puede decir que eso era justo, ya que en ese tiempo el "yo" que yo era, era muy incompetente con respecto a las mujeres, esa incompetencia se ha reducido considerablemente con el paso del tiempo, claro está. La gente sí cambia.

Al dibujo lo dejé porque la gente no lo valoraba como yo lo esperaba, irremediablemente una capacidad de ese estilo, desde mi punto de vista, tiene que ser mostrada, debe serlo, sino es algo vacío, sin propósito. Me encantaba dibujar y pasar horas tratando de hacer un buen dibujo, para que lo vieran, pero lo veían  y no era tan grandioso como lo esperaba, a lo último ya no pude ni dibujar para mi mismo, yo no dibujaba por satisfacción propia, dibujaba por impresionar a la gente: Tristemente dibujaba, aunque lo hacía bien.

Sobre las niñas que me gustaban, era fácil dejar de querer que fueran mi novia al momento de darme cuenta que, o les gustaba alguien más, o no me paraban bolas. Así fue en sexto con Alison, en séptimo con Eliana, en octavo con Vanessa, en noveno y décimo con Luisa, en once con Gina; Igualmente al año siguiente con Les, luego con Lili, luego con Aleja (quien llegó a ser mi novia) y finalmente con Pilar (quien también llegó a ser mi novia).

Con las de sexto a once, en general, el proceso era el siguiente:

- Las veía
- Les hablaba / Me hablaban
- Me gustaban
- Pasaba tiempo con ellas
- Les decía que me gustaban
- Me decían que tenían novio / Me decían que alguien les gustaba
- Me sentía derrotado
- No les volvía a hablar
- Las olvidaba

Era muy sistemático ciertamente, después de eso me di cuenta que era así, y traté de hacer las cosas distintas posteriormente, como con Les al intentar ser amigo de ella aún sabiendo que tendría que aguantar cosas que tal vez no me agradaran, el resultado fue muy similar, me alejé y preferí no sentir dolor a estar con ella. Con Lili nunca llegué a tener un contacto personal, fue muy cibernetica la comunicación, sin embargo cabe incluirla porque fue clave en la superación de Les, y también en tener una relación con Aleja, con Lili fuimos amigos íntimos por un tiempo, nos contábamos todo, hablábamos todos los días, yo le decía que me gustaba, ella no, pero no me afectaba, ahí comenzó a cambiar mi actitud significativamente frente a esas cosas.

Con Aleja simplemente me aburrí, del contexto, de lo difícil que era ser novios, de la distancia y de lo complicado de todo, incluso de ella, incluso de mi, me hacía una persona complicada, me hacía poner trabas a todo, me hacía dudar, me aburría la situación. Entonces apenas me di cuenta que ya no me gustaba, me fui, y es necesario reconocer que me sentí mal, pero eso pasó después de un tiempo, más cuándo me dijo que, a diferencia mía, ella no tenía casi cosas buenas que recordar, eso me hace pensar que el rencor fue mayor que lo que llegamos a vivir, y fue decepcionante. Por ultimo, de Pilar hablaré más adelante.

Ésa última palabra es clave para cada una de las cosas que he dejado de lado, se han vuelto decepcionantes, o contraproducentes en algunos casos.

Abandonos académicos y profesionales.

Desde que salí del colegio he tenido problemas con mis decisiones académicas y laborales, lo cual ha desencadenado diversos eventos que vale la pena nombrar pues en ultimas, han influenciado mis relaciones personales también.

Terminé el colegio sin saber que hacer, con odio hacía las instituciones educativas que se asemejaran a mi colegio, antes de terminar el colegio me había presentado a la Universidad Nacional, sin saber exactamente a que me estaba metiendo, entré y me di cuenta que no era lo mio, no me llenaba, no me apasionaba trasnocharme, y si algo no me apasionaba, era mejor dejarlo mientras podía. Claro que muchos pensaran que nunca debí, en primer lugar, haberme presentado y en segundo lugar, haberme retirado ya estando adentro, pero aquello tiene que ver con mi inconsistencia, aunque, en este preciso caso, de buena forma.

Creo que las consecuencias de si me hubiera quedado, habrían sido mucho mayores que las cosas buenas que le habría sacado, consecuencias más bien emocionales y psicológícas. Muy probablemente habría terminado odiando otra cosa, una carrera, a mi mismo por forzarme a estudiarla, por forzarme a hacer algo que no me agrada, y posteriormente, forzarme a trabajar en algo que no me nacería ni me movería nada. Hubiera sido, muy probablemente un profesional triste, frustrado y lo peor, uno malo. En definitiva, ingeniería química no era lo mio. Lo que cabe destacar de este viaje fue el proceso de darme cuenta que no era lo mio, comenzó como una mera corazonada, comencé a preguntarme "¿será esto realmente lo que quiero?" "¿y la música?", porque en ese tiempo adoraba tocar guitarra, y lo digo en pasado porque ahora solo me gusta. Entonces decidí rendirme antes de siquiera haberme esforzado, llegué a hacerlo una vez y esa fue la confirmación de mi hipótesis, la respuesta a mis preguntas y el camino que debería tomar, al menos en ese momento.

Entré a música, con la expectativa de aprender todo lo que como músico empírico nunca podría llegar siquiera a visualizar, de mejorar mis habilidades musicales, con el deseo de aprender a tocar ese instrumento que a pesar que era tan similar a la guitarra eléctrica, era otro mundo, llamado guitarra acústica (clásica), y asimismo mejorar en la eléctrica; Aprender armonía, aprender composición, aprender que suena bonito, cuándo suena bonito, porque suena bonito y porque no se hace de otra forma. Gramática era mi miedo, y se transformó en una fobia, y ahí murió un 80% de mi amor por estudiar música, me tomó más tiempo decidir que debía retirarme, pero al final lo hice, o bueno, lo hizo mi trabajo, porque eso fue lo que se convirtió en mi pasión. Lo importante en este caso, fue la forma en que me di cuenta y el tiempo que me tardé en finalmente aceptarlo, fueron 5 semestres de titubeo, 5 semestres de uncertainty, 5 semestres para lograr darme cuenta, para poder enfrentar de forma critica la realidad: no tenía las capacidades necesarias para ser músico, lo peor era que me lo recordaban a diario, con burlas, o con preguntas del tipo "usted para que viene acá?", "no le haga perder la plata a sus papás"... Pero es que los músicos en Colombia son así, tienen que eliminar la competencia para salir adelante, no los culpo, es una mera cuestión cultural, pero con todo respeto: Hijueputas.

Después de música entré a mi época de oro: al momento en el que mi vida cambiaría por completo, gracias a que comencé a trabajar en el LEC, encontré lo que andaba buscando, esa respuesta, esa satisfacción de hacer lo que quiero, hacerlo con gusto y aparte de todo, ganar dinero. Era el cielo, el esfuerzo era algo que me gustaba hacer, me gustaba literalmente matarme del cansancio, al final del día, me sentía vivo; daba cada día de mi vida por mi trabajo y mis estudiantes, aprendía algo nuevo cada día, era increíble todo lo que se podía aprender en un salón de clase al enseñar, y vale la pena aclarar que digo que es increíble aprender en un salón  porque en mi colegio nunca consideré haber aprendido de forma significativa nada, repito: nunca. Ese lugar es el primer paso para llegar a donde estoy ahorita: camino a ser un maestro.

Pero al LEC también lo dejé, y de esto me arrepiento creo que cada uno de los días que pasan, o bueno, no me arrepiento en sí de haberme ido, sino de haberme hecho echar, pude haber renunciado en el momento en el cual me dí cuenta de cómo estaba siendo de esclavizado con ese injusto y maldito contrato, gracias a Michael por haberme hecho firmar eso, y por haberme echado a mí cuando pudo haber echado a otras personas que lo merecían más que yo, y sí, aunque al comienzo no, ahora si le guardo rencor. Sin embargo, de nuevo, volviendo a lo que nos importa, es necesario señalar que a pesar que el contrato era esclavizante por la cantidad de horas, también mi salario era bastante bueno, en realidad me cansé de la falta de apoyo del mismo lugar en el que adoraba trabajar, y saber que en ese lugar en el que yo crecí y me forme, ahora me daban la espalda, fue decepcionante, pero también es necesario decir que gran parte fue mi culpa. La cantidad de horas y los horarios a los que tenía que ajustarme, eran difíciles de manejar, me dejé llevar por el cansancio y el agotamiento físico y mental, para simplemente rendirme, dejé de ir a clase 3 sábados seguidos, pues los veía innecesarios: nadie iba a los refuerzos en el norte, pero aun así tenía que cumplir con los horarios. La inconstancia de nuevo atacaba, y en este caso, aunque de forma más severa, la falta de ánimo para luchar contra las adversidades, de nuevo me dejaron en una mala posición; y si en ese momento hubiera sabido que meses después el contrato iba a desaparecer y su sistema esclavista consigo, ¿habría aguantado?

Después del LEC, entré al electrónico, no luché ni siquiera por quedarme, pues después del problema de la alumna saltándose el conducto regular por meros problemas personales estúpidos y sin siquiera haberlo querido, pues a mi me interesaba y aun me interesa poco tener enemigos, mucho menos siendo mis alumnos, ella misma cerró las puertas para que yo le enseñara, ella misma se ató la soga al cuello, ella misma me cogió odio, y ella hizo que me despidieran. Me dijeron, vuelva en un mes, cuando ya se haya calmado todo. No quise volver, me sentí echado de una, sin siquiera pensarlo dos veces, decidí no volver, sabía que volver allí significaría de nuevo tener algún tipo de problema, ¿me predispuse? si, como nunca lo hago.

Hasta este punto los abandonos profesionales y académicos han sido negativos y con cierto grado algo de culpa mía, otros trabajos y estudios es innecesario nombrarlos, como lo son: cuando estuve en la empresa, y mi época de estudiante en el LEC, por lo tanto ni vale la pena mencionarlos, pues no prueban el punto a discutir en este ensayo ni lo refutan de ninguna forma.

Mapi...

Mapi es el caso más alejado a los anteriores, y no ahondaré lo suficiente para explicar mi punto, simplemente explicaré las razones y las consecuencias, sin entrar mucho en el tema, de forma superficial, pues hablar de todo este asunto aún es bastante difícil para mi, desafortunadamente.

Con ella duramos 1 año y casi 4 meses, y aunque no deba decir esto: "todos sabemos" la cantidad de problemas que tuve con ella, lo inestable que era nuestra relación y los problemas que surgieron por la misma. La inconstancia aparece en el momento en el que ella me miente y yo me doy cuenta, pues inmediatamente dejo de creer en lo que ella me dice, la razón fue que ella lo hizo para no hacerme daño, pero es que mentir u obviar información (que viene siendo exactamente lo mismo) son los recursos que una persona usa precisamente para hacerle daño a otra, e incluso a sí misma, pues pone en duda su palabra, y poner en duda la palabra de una persona es tal vez el hecho más grave que puede realizar socialmente hablando.

El efecto fue de bola de nieve, en vez de perdonarla y dejar que todo pasara, la perdoné pero aún sabiendo que dentro de mí estaba la duda de cada palabra que ella decía, cada "te amo" era para mí un recordatorio de la falta de seguridad que tuvieron sus palabras alguna vez. Por eso siento que mi amor comenzó a desvanecerse, y con él otros aspectos que no vale la pena mencionar, pero todo fue una consecuencia de eso, y fue mucho más grave con el paso del tiempo. La inconstancia de nuevo cobraba valor al recordarme que ella me había mentido y yo ya no quería luchar contra eso, era como si mi subconsciente me dictara que no sólo no debía creerle nada, sino que además aun después de confirmar que algo era verdad, debía dudar de nuevo, porque el camino a confirmar esa verdad había sido tan tortuoso y tan triste, tan agotador, que de alguna forma silogística, no podía ser cierto.

La semilla de la duda había sido sembrada, y en vez de quitarla de raíz  dejé que creciera, la alimenté y al final me dejé ahogar. No quise luchar más por lo que más he amado en la vida, no quise ir contra la corriente de los problemas, y al momento en que quise en realidad "luchar" de forma pacifica contra los problemas, lo que hice fue dar la impresión que no me importaban. ¿Pero acaso no era así? Abandoné a Pilar y dejé lo que más he querido en mi vida, lo que más he deseado que esté ahí todo el tiempo, por falta de valor, por falta de ganas, por falta de empuje, de fuerza. Abandoné cobardemente lo que más amaba.

Conclusión

Este estudio que hice sobre mis abandonos, sobre mi inconsistencia, es simplemente para demostrar cómo incluso las cosas que más he querido en la vida, han cambiado con el tiempo, han dejado de ser prioridades para dar paso a otras prioridades, pero siempre teniendo un común denominador el cual ha sido la tranquilidad, por lo tanto he podido darme cuenta que he puesto por encima de todo la tranquilidad, a tal punto que he preferido no esforzarme por cosas que valían la pena, cosas que tal vez me hubieran traído aun más tranquilidad. La tranquilidad es importante, en muchos sentidos de la vida, pero asimismo lo es el sacrificio por un bien mayor, la pregunta final que aparece después de todo el análisis es... ¿será que en la búsqueda de un punto medio, he perdido la noción del bien y el mal y me he vuelto demasiado tranquilo hasta el punto de no querer esforzarme por incluso lo que más vale la pena?

viernes, 23 de noviembre de 2012

Je veux dire.

je veux...

Quiero escribir. Escribir me libera. Así nadie me lea. Quiero escribir.

cómo no voy a querer escribir, si hay tanto que decir.

ayer hubo protestas en mi universidad, la gente se paniquea fácilmente, salen corriendo como si les estuviera lloviendo napalm, los de adentro tiraban voladores.

si... voladores.

voladores impotentes que se estrellaban contra el suelo describiendo una especie de linea curva deforme, eran como aviones de papel, aviones kamikaze de papel, pero malos kamikazes, porque no daban contra el blanco, y cuando lo hacían, el blanco ni se movía. Eran aviones de papel estrellandose contra la pared, explotando contra el frío cemento de una armadura policial. Era una revolución triste, patética, inútil.

se ve más acción jugando Call of Duty, y ahí al menos hay alguien a quien rescatar, o hay un mundo que salvar. acá por qué pelean?

pelean por la injusticia y la desigualdad? de quién? la mía no, yo no puedo pelear por la injusticia, sería irónicamente injusto: "Luchar por la paz, es como follar por la virginidad" como dice la banda española... joder.

pelean por reformas, contrareformas y recontrareformas que no entienden pero que saben que están mal por esa misma razón? yo no podría pelear contra algo que no entiendo, máximo puedo pelear contra algo que no existe, como Dios, pero no contra algo que no entiendo. Porque si lo entiendo, tengo 2 opciones, darle la razón o refutarla argumentando. Pero no a punta de voladores y papas bomba, a punta de palabras y razones, a punta de hechos y de acciones.


Ustedes entre más gritan, ¿más captan la atención o más fastidio les cogen? 

la gente no sabe porque pelea, los de adentro no saben contra que pelean, están peleando contra ellos mismos, están justificando el pago de sus propios impuestos con cada daño que hacen, con cada gas que les tiran, con cada volador que cae estrepitosamente contra el suelo sin causar ni pesar; están dándole un salario a los policías por divertirlos, porque cabe resaltar que acá no hay ni buenos ni malos, ambos lados son terribles, ambos pelean para divertirse. pero eso si, déjenme decirles, si hay alguien a quien desearía que los, literalmente, jodieran. es a los de adentro, porque los de afuera solo tienen una obvia reacción a una estúpida acción, así como para preguntas estúpidas respuestas peores.

además de que los de adentro no saben porque pelean, no le dicen a los de afuera! el colmo! si no me van a dejar tener clase, al menos díganme porque, y si no me convence, déjenme tener clase, yo quiero estudiar, yo no voy a pelear guerras perdidas que ya están escritas, yo sé que el armamento grande siempre lo va a tener los de afuera, yo no tumbo a nadie a punta de voladores y papas, los gobiernos no se tumban detrás de una mascara, se tumban dando la cara, toda revolución que se oculte tras una mascara es una revolución cobarde.

la revolución armada está obsoleta.

ahora que la revolución intelectual está en su auge... es muchísimo más sencillo mover masas por medio de la palabra, la información y la unión. Las masas adoran la compañía, odian la soledad, odian las minorías. Si la masa no tuviera el poder que tiene, no tendría la inteligencia que tiene. La masa es oximoronicamente inteligente.
A la masa le gusta la bulla, los gritos, por eso entre más gente grite, más correcta es su premisa, más justa es su lucha, claro, si pelean por la mayoría! pero en mi universidad... la mayoría somos los estudiantes, y sé que hablo por muchos al decir que es injusto interrumpir el desarrollo intelectual de los estudiantes por una lucha sin sentido ni objetivos, sin avances, sin nada. Sé que a pesar que existe ese grupo que apoya esa lucha vana, hay gente que apoya las marchas y la lucha cultural, la revolución intelectual, la protesta pacifica... y a ellos los apoyo de corazón, porqué es infinitamente más difícil dar la cara, preparar una danza, componer una barra, pintar una pared, convencer con palabras, dar el alma y más; todo esto es más difícil de hacer por una universidad, que dar bala.

La revolución se tiene que hacer de forma inteligente, la revolución se hace desde uno mismo, siendo tolerante, siendo consecuente, siendo consciente, siendo empatico. Si usted quiere a su país, a su universidad, a su gente, a su familia, etc.; no se les cague encima. quiéralos como a usted mismo, como a su cuerpo; respételos como a usted mismo, tolerelos como a usted mismo. Usted es el más grande representante de su propio contexto, entonces, si quiere tirar voladores, papas bomba, petos y demás, quítese la mascara, de la cara, pelee de frente, saboree la derrota, luego escriba, luego manifiestese, luego reúna gente, luego luche de verdad! pero dese cuenta que se puede luchar evitando cagarsele a la gente en la cara.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Espiral

Atravesando la selva, escuchando los pasos... cada paso que dejo atrás, se convierte en el eco de una nueva pisada: Me siguen, cada una de mis huellas se convierte en una ajena. Estoy siendo perseguido.

Sigo pisando, un pie adelante, luego el otro, así va quedando el primero atrás, así se va disipando el eco, así también va apareciendo.

No alcanzo a ver mis pies, con obvia seguridad han de estar sobre el suelo, la selva es densa, pero con segura obviedad, no puedo estar flotando.


El eco comienza a intensificarse, es un martillo contra una caja metálica  es el ruido del cole  es la madera del martillo, es el sabor de la caja, siento el sabor metálico.


El sabor metálico del eco.

Está contra mi cabeza, es la caja, es el eco, es el martillo, giro la cabeza, la presión aumenta con cada milímetro que me acerco a la verdad, el dolor en mi sien aumenta, el martillo cae, el golpe suena, la caja entra.

Y justo cuando mi espalda toca la hierba, muerta, veo a mi perseguidor, a mi eco, a mi asesino, el arma en su mano, mis ojos en los suyos, su sonrisa en mi rostro, mis lagrimas en sus ojos.

Llego, despierto, abro los ojos, sigo durmiendo... me doy cuenta quien era el asesino, era yo mismo, el eco, el que sostenía el arma, el que había disparado, y así salia de la espiral.