sábado, 22 de diciembre de 2012

Carta A Un Mal Padre

Hola papá

Quería escribirte porque siento que ya mis palabras no llegan a ti. Hace mucho no veo que mis sonrisas ni mis lagrimas te lleguen, tampoco veo que te sientas orgulloso de mi, siento que ya no soy motivo de tu alegría, que ya nada es cómo cuando yo era pequeña y me consentías, jugábamos y me dormías acariciando mis cejas. Ahora me saludas como si no fuera de tu familia, no me miras y no me hablas cuando no estás ocupado.

No sé cuando comenzó exactamente el cambio, hace varios años que empezaste a cambiar conmigo, y cada día que pasa te siento más lejos de mi, ya no siento que seas mi papá, sólo siento que vivo bajo el mismo techo que tu, sin que guardemos relación alguna; y déjame dejar claro que no es que yo lo quiera así, es que tu te has alejado desde ese entonces.
Yo me pregunto que fue lo que hice, si es que acaso yo hice algo, porque yo no siento que haya hecho algo tan malo como para que te hayas convertido en un extraño para mi. Yo te quiero papá, pero me duele tanto que seas así conmigo... con tu hija. 

Cuando pienso en que te hice, lo primero que se me viene a la mente es, que ya no estoy tan cercana a dios como solía estarlo, y no lo estoy por decisión propia, no porque me hayan convencido de eso, dios no ha sido bueno conmigo, y tampoco me lo merezco, me ha quitado a mis seres queridos de las formas más crueles y despiadadas que se han podido ver, los mató cuando estaban enamorados, los mató cuando más querían vivir, los mató jóvenes, los mató cuando estaban a mi lado, los mató y me hizo quedar sola. 
Con esto te quiero decir que tengo mis razones para estar lejos de dios, sé que no las compartes, pero que te portes así conmigo, sólo hace que mis razones sean aún más fuertes, si dios quiere que te alejes de mí, entonces dios no es alguien a quien yo deba acercarme.
Lo siento mucho si estas palabras te duelen, pero tengo que decirlo, y además tengo que preguntarte, ¿Acaso ya no me quieres porque no creo en dios?¿Ya no soy tu hija por eso?

Si no es por alejarme de dios entonces, lo segundo que se me ocurre, es por como soy, me pregunto si será que no me quieres porque soy consentida y porque me gusta estar contigo, me pregunto también si no soy el tipo de persona que esperabas como hija, si tal vez hubieras querido una hija más tranquila, más devota, más independiente, más como mis hermanas. Si soy como soy es porque la vida me ha enseñado a ser así, y desafortunadamente muchas de las cosas que he vivido me han hecho más dependiente. Que te alejes de mí solamente hace que eso sea otra razón más para querer buscar apoyo en alguien más, en otra persona, en otro papá. ¿Te puedo preguntar una cosa?¿No quieres ser mi papá?

Ahora que menciono a mis hermanas, quería decirte cómo me siento con respecto a ellas, las quiero mucho, y han sido mi apoyo en muchas ocasiones, me han ayudado y han estado ahí para mí en muchos casos, pero a veces son tan groseras conmigo, a veces son tan odiosas, a veces me hieren con lo que dicen, a veces siento que no quieren que yo les hable o las mire. Son envidiosas conmigo, son descuidadas con las cosas que les presto, por eso eventualmente dejé de prestarles mis cosas, no lo hago de mala gana, simplemente pregúntate si tu prestarías tus cosas sabiendo que es muy probable que te las dañen. Sé cual es la respuesta, no tienes que decírmela. Todas sabemos lo mucho que trabajas para nosotras, pero también sé que tanto mis hermanas, como mi mamá y yo, también nos gustaría tenerte mucho en la casa de ves en cuando, que pases tiempo con nosotras, que juegues XBOX con nosotras, que cocinemos todos, que hablemos mientras almorzamos, que nos cuentes de tus días, que escuches nuestras historias y compartas nuestras experiencias así te saquen canas; que pases vacaciones con nosotras y hagamos cosas todos juntos, como una familia.Tú siempre nos has dado todo a las tres, una casa, comida, estudio; Pero en el momento del tiempo y del cariño, este se ha quedado en su mayoría en ellas dos, así lo siento yo, porque cuando ellas son groseras conmigo, tu simplemente observas, no dices nada, permites que yo sufra, permites que yo llore, dejas que ellas me hablen como ellas quieren, y si yo me defiendo, me regañas. ¿Debería sufrir en silencio entonces? si es así, lo haré, tampoco es mi idea causarte molestias, ni mi intención mendigar cariño.

Por último, mi mamá. Mi mamá es la única que ha estado siempre ahí, tanto para nosotras como para ti, pero no creo que sea feliz, ¿Tu en serio crees que ella es feliz? pregúntaselo, a ver que te contesta, a ver si sonríe, a ver si puedes ver en sus ojos que sí, que es feliz, que a pesar de todos los problemas es feliz. No me adelantaré a su respuesta, pero estoy segura que no va a ser la más sincera. Ella tampoco te quiere molestar, ella sabe lo mucho que trabajas por las cuatro, lo difícil que es, el tiempo que te consume. Pero ¿Sabrá ella lo mucho que la amas? ¿Sabrá que los sacrificios que haces son por nosotras y no sólo por ti? ¿Sabrá que cuando tienes que trabajar horas extra, lo único que quieres es volver a casa, saludarla, abrazarla y pasar tiempo con ella? ... esas son cosas que deberías preguntarte, mi pregunta es: ¿Tu sí sientes eso? Todas estas cosas terminan afectando a mi mamá de muchas formas, y en muchas ocasiones ella se desquita con nosotras, yo intento entenderla e intento hacerle pensar que todo estará bien, pero ella se pone a la defensiva, muchas veces ni siquiera me contesta cuando le pregunto si está bien, incluso me dice que no la moleste. Mi mamá se aprovecha de lo que significas para mí, de lo importante que eres para mí y del respeto que te tengo, para evitar que yo salga a veces cuando quiero, o para obligarme a ayudarla a hacer algo que no es mi responsabilidad, y aunque suelo hacerlo con gusto, cuando me convierto en la ayudante de ella, no es bonito, no me gusta hacerlo y no me siento bien siendo la única que lo hace por ayudarla en serio, y que se tome eso como excusa para siempre pedirme favores a mí.

Papá ¿No ves lo abandonadas que estamos? yo sé que no, no ves lo mucho que te necesitamos en el hogar porque nunca estás ahí, no nos has visto crecer, no sabes cómo somos, no sabes qué nos gusta ni qué nos disgusta, no nos conoces, no sabes qué nos hace felices, no sabes que queremos hablar contigo, ni sabes que nos molesta que te la pases obsesionado con tus aparatos, es muy chevere que tengas esas cosas, pero cuando tienes tiempo de estar con nosotras, prefieres ponerte a hacer cosas con tus aparatos. Y así te vas alejando cada vez más de nosotras, y cada vez me voy quedando más sola.

Papá, no soy una mala hija, sé que no lo soy, no soy perfecta, pero no soy mala. por eso, para terminar lo que te estoy escribiendo, te quiero decir que eres un mal papá. Eres selectivo con tus hijas, ignoras a tu esposa, evitas pasar tiempo con tu familia y te alejas de mí porque no creo en lo que tu crees. Entiendo que no soy como siempre soñaste que yo sería, pero eso no significa que debas dejar de amarme, sigo siendo tu hija y tu sigues siendo mi papá. Por eso te pido que me ames, que te des cuenta de todo lo que nos hace falta, y que seas considerado con nosotras, pero no solo con respecto a si tenemos que comer o no, sino a si tenemos a quien amar o no, si tenemos un papá y un esposo, o tenemos a un señor viviendo en nuestra casa dejando que todas peleemos en todo momento y dejando que su familia se vaya desmoronando cada día más.

¿Qué decides ser papá? 

No te escribiré más para pedirte que cambies tu forma de ser con nosotras, pero si no la cambias simplemente confirmaras que tal vez tu nunca quisiste una familia y te refugias en tu trabajo, en una iglesia y en tus aparatos para no tener que responder por ella. 

Te amo papá, pero no sé que tanto pueda soportar. Tal vez simplemente mi próxima carta sea de despedida.

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