lunes, 17 de diciembre de 2012

A la muerte y al egoísmo

Después de una jornada continua de casi 24 horas, a hoy, día 17 de diciembre del presente año.

Puedo morir en paz.

Si en mi destino estuviera escrito morir hoy, no pondría resistencia alguna, hoy puedo decir, puedo morir en paz, y puedo decirlo porque ya he causado todo lo que es posible para el ser humano causar, y ya he sentido todo lo que es humanamente posible sentir, y se puede decir que lo he sentido todo en casi 2 semanas.

Sentí hambre, sentí frió, me reí y sonreí, coqueto guiñé, enamorado observé, egoísta lastimé, me arrepentí, egoísta también. Dormi, me levanté, me recosté y me cansé, Andé, mentí, dije, callé y asentí sin oir. Dije "te amo", lo repetí, soñé, me desperté, hice ambas en un momento, tuve todo lo necesario en la palma de mi mano, lo tuve de antemano, traicioné y lo volví a hacer, escribí y lloré, vi y salí, hable y callé, tuve el mundo en mis manos y lo aplasté gustoso.

PS.: Además de todo llegué a conclusiones trascendentales sobre el ser humano, el sentimiento más básico (la necesidad), la dicotomia tranquilidad-curiosidad, hasta donde llega la tranquilidad sin ser aburrida y hasta donde llega la curiosidad sin ser una mera distracción.

ta dan! 

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